domingo, 1 de octubre de 2017

Sorprendente la naturaleza

La naturaleza nunca deja de sorprendernos; unas veces es por el colorido de las plantas o de los animales, otras ocasiones por la fuerza que puede llegar a mostrar, incluso su crueldad en algunas ocasiones. Pero la sorpresa que me refiero en este articulo de hoy es mucho más simple: está clarísimo y queda demostrado que la naturaleza no entiende de fechas, ni de calendarios; si hace unos días puse como ejemplo unas habas o unos guisantes que habían aparecido en mi huerto en pleno mes de agosto, hoy la sorpresa me llegó por varios lados; primero por la calabaza:
No solo tiene un aspecto por que de la sensación de estar en junio, con unas hojas enormes, sino que saca una pequeña calabaza adelante; y todo después de que hace más de un mes le quité el riego, es decir, solo con el agua de la lluvia está tomando este aspecto.
Y por si fuera poco, tengo que añadir que algún gracioso, me tiró como si aquello fuera un basurero unos cuantos tomates cherry; pues bien, cuando comencé con la limpieza de hierbas, vi tres pequeñas matitas que habían salido; más como divertimento que con intención real, las arranqué y trasplanté junto a las guindillas, para que recibieran algo de agua; pues bien, un mes después, aquellas pequeñas matitas, que apenas alcanzaban los 5 centímetros de altura, hoy tienen este aspecto, y ya tienen frutos, como si estuviéramos ahora comenzando el verano, en vez de estar en pleno otoño:

Y además, por si fuera poco, ahora que ya he arrancado las tomateras, y las berenjenas están secándose, me encuentro que la producción de pimientos está alcanzando límites increíbles:
También hay cosas que si que están siguiendo su ritmo más normal, como las alcachofas, que incluso van un poco más adelantadas de lo que corresponde, aunque dentro de la normalidad
 Esperemos que esto no sea consecuencia del cambio climático; aunque si que es cierto que las temperaturas son excesivamente altas para la época del año que estamos y el régimen de lluvias no es el habitual de años atrás, parece que las previsiones climáticas apuntan hacia una normalización, pero eso de momento son previsiones, aunque se podrían calificar más de deseos o esperanzas.

domingo, 10 de septiembre de 2017

De vacaciones veraniegas

Llevo varias semanas sin escribir en el blog; no se trata de ningún olvido, ni tampoco de no querer escribir; el motivo verdadero es que donde estoy los fines de semana que es cuando suelo ponerme a escribir en el blog, no tengo acceso a internet y por lo tanto, no escribo. Pero no por ello dejo de acudir al huerto; también es verdad que ahora hay muy pocas cosas que contar debido sobre todo a que ya está finalizando la temporada de primavera/verano, y solo tendría que contar que me estoy dedicando a la limpieza a fondo de hierbas, a fin de preparar el terreno para el invierno. No obstante, puedo contar que las verdolagas, que las tengo por castigo, tienen un precioso aspecto:

La verdad es que después de ver que en unos grandes almacenes ponían a la venta macetas con una plantita de verdolaga medio reseca ya al precio de 1,99 euros, deduzco que habré tirado para la basura algo así como unos dos mil euros. 
También es cierto que la limpieza de hierbas me está permitiendo ver realmente la situación de algunos árboles, como los almendros o la palmera, en su verdadera situación:
La segunda quincena de agosto, es la época ideal para la poda del níspero; este año me he decidido a hacerla como es debido, sin miedos, y eliminando totalmente las ramas entrecruzadas que evitaban la circulación del aire por medio del árbol; ello ha provocado que el árbol tenga un aspecto un poco raquítico, pero realmente necesitaba eliminar muchas ramas innecesarias:
Y claro, al estar finalizando ya la campaña veraniega, pocas cosas están ahora en plena producción, pero entre ellas están las guindillas:
En cambio, otras ya han finalizado totalmente el ciclo, como es el maíz, que lo he puesto a secar aprovechando la estructura del antiguo secadero de tabaco:
Y podría seguir contando más, pero me lo guardo para el próximo escrito, que espero que pueda ser la semana que viene, pero todavía me quedan unos días de vacaciones "internauticas", así que no lo voy a garantizar. 

domingo, 20 de agosto de 2017

Todo sigue su curso

Si la semana pasada escribía sobre "pequeños desastres" que suceden a veces, esta semana he estado a un paso de repetir el tema porque cuando llegué ayer, me encontré con que estaba "lloviendo" sobre un trozo del terreno; una lluvia artificial generada por un reventón en la tubería del agua, justo en la que tengo para el temporizador. Así que casi sin poder cambiarme, quitar el agua, arreglar el desperfecto y a seguir. En principio tuve la suerte de que el reventón se produjo por la madrugada, porque a pesar de la laguna que se había formado, se notaba que no hacía mucho que estaba mojándose aquello. Menos mal.
Luego pude continuar con la limpieza, que esta vez tocó nuevamente a las cebollas; este año tengo las verdolagas como si las hubiera sembrado, y el trozo donde tengo las cebollas siempre está lleno de esta planta, que antes tenía considerado como un hierbajo, pero por lo que estoy viendo, es un manjar y además con muchas y muy buenas cualidades.
Lo próximo que tengo que  limpiar de las hierbas que lo acompañan, son los pimientos, que tienen muy buen aspecto, a pesar de la competencia que tienen por los nutrientes:
Los tomates ya van perdiendo fuerza las matas, pero en cambio ahora maduran mucho más rápidamente aunque ya no tengan tanto tamaño como los primeros:
Este año, la albahaca ha sido un pequeño fallo, ya que apenas han crecido; como se puede observar, se han quedado muy pequeñas, y sin poder aprovechar las hojas. A pesar de ello, si que han cumplido perfectamente con su misión de proteger a las tomateras de insectos indeseables; es un gran recurso contra los mismos, y desde que planto unas plantas de albahaca entre las tomateras, el problema de los piojos cuando son pequeñas las matas, ha desaparecido fulminantemente.
Ahora solo deseo que este año me tarden un poco más en madurar las aceitunas, ya que este año se presentan muy prometedoras, tanto en tamaño como en cantidad, pero si maduran demasiado pronto, puede que no puedan llegar a tiempo para llevarlas a la almácera.

domingo, 13 de agosto de 2017

Pequeños desastres

A veces suceden casualidades, que no se sabe bien porqué, pero así ocurre; si la semana pasada escribía sobre la recuperación de árboles que había realizado, esta semana, cuando llegué al huerto, me encontré con que una de las higueras había caído totalmente al suelo:
Hace unos años, y al igual que ahora, tras una tormenta, ya se cayó, pero entonces era muy pequeña y fue una tarea muy sencilla la recuperación; bastó con clavar una madera junto al tronco, enderezarla y atarla a la madera que hizo de guía. Pero en esta ocasión, la tarea se presentaba mucho más difícil y delicada por el tamaño que ya tiene. Recordé que tenía una viga de madera, que en su momento se retiraría y con el tamaño, me podía servir para apuntalarlo y de esa manera que fuera recuperándose.
Corté un trozo lo suficientemente largo como para sostener el tronco, y con mucho cuidado lo levanté del suelo y apoyándolo con la viga que había cortado, al menos quedó en pie y en una posición adecuada:
Una vez que conseguí ponerlo vertical y debidamente apuntalado, cubrí el tronco con tierra, para que se endureciera sobre las raíces y así conseguir un mejor asentamiento de las mismas:
No se si esta será la mejor solución, pero si que fue la única que se me ocurrió, y sobre todo la única que pude hacer yo solo, sin ayuda de nadie; de esta forma no se si el árbol se salvará, pero al menos me quedará la seguridad de que lo intenté lo mejor que pude. 
Espero que con los almendros que planté esta primavera y que ya van teniendo un precioso aspecto no me suceda nada parecido: