Lo urgente y lo necesario

Ese es el dilema más importante al que nos enfrentamos muchas veces; y casi siempre, hacemos caso a lo urgente, y nos olvidamos de lo necesario. Eso provoca en ocasiones que lo necesario llegue a convertirse, no en urgente, sino en crítico, que es mucho peor. Eso es lo que me ha pasado a mi; menos mal que me he dado cuenta a tiempo. Preocupado por lo urgente, que era el plantar y cuidar las hortalizas de verano y recolectar los ciruelos, no he hecho caso de las oliveras, y no les hice en su momento lo que se viene a llamar la "Poda del Verano", para quitarle todos los chupones; así es como habían llegado a quedar algunos árboles:

¡Con lo limpias que las tenía!. Evidentemente, ha sido darme cuenta de ello y ponerme manos a la obra; menos mal que lo que es quitar los chupones es relativamente rápido; al ser esquejes y varitas pequeñas, con las tijeras de podar se quitan fácilmente; además, al llevar este año muy controlado el tema de las hierbas, me ha sido bastante fácil el conseguir estos resultados:

Una vez solucionado el problema de lo "necesario", he podido volver a dedicarme a lo "urgente", aunque cada vez lo es menos. He recogido unos cuantos ciruelos, y, cómo no, he revisado las tomateras, y las restantes hortalizas; siempre me suelo encontrar con sorpresas agradables, cuando hago eso; el sábado pasado, como una "humorada", se me ocurrió sembrar unas semillas de sandía, así, sin pensarlo ni nada, y me he encontrado que han salido todas:

Son muy pequeñas y es muy pronto para decir que comeré sandías, pero la ilusión no me la quita ya nadie. Pues nada menos que planté cinco, y han salido todas. Y cuando fui a recoger las hortalizas, unos cuantos calabacines, tres o cuatro tomates, un par de pepinos, (muy poco, esperaba más) me encontré con este meloncillo:

Ese si que le tengo ya echado el ojo, vamos, que si que comeré melón, o lo que sea, porque todavía no he aprendido a distinguir un melón ya bueno de otro que todavía no lo está, pero algo comeré, desde luego.

Ahora, a recoger todos los días

Si algo caracteriza al campo por estas fechas es que ya está a plena producción la mayoría de frutales y de hortalizas; este sábado, cuando llegué al huerto, lo primero que me llamó la atención eran los puntos de color rojo oscuro de los ciruelos colgando del árbol; en una semana han pasado de un color verde con alguna tonalidad hacia el rojizo, a un rojo fuerte, granate, oscuro, casi negro; por supuesto que me alegré, pero llevaba las ideas muy claras de lo que iba a hacer; ahora es cuando las matas de los tomates necesitan más cuidados y revisiones; hay que seguir tutelando su crecimiento, atándolas a las cañas, y revisar las hojas no sea que aparezcan larvas de "tuta" (ese gusanejo que se come los tomates y no me los deja para mi), y seguir controlando los "ojos", para que la planta crezca hacia donde debe.

Así las cosas, me puse a hacer lo que tenía que hacer, y por supuesto, también recogí cinco tomates maduros, que no me esperaba aún. Hice lo que tenía que hacer con los tomates, y miré los calabacines; impresionante el aspecto; no se les puede dejar solos; solo con una semana....

Después de desbrozar un poco el terreno, me dediqué a recogerlos ¡¡DOS CAJONES!!, menuda barbaridad; y no solo habían muchos, sino enormes; uno de ellos medía 53 centímetros; se me olvidó medir el diámetro, pero si que puedo garantizar que estaba sabrosísimo a pesar del tamaño. También recogí los ajos, que ahora he puesto a secar:

Otras cosas que aún no están listas para la recolección, pero que poco a poco van haciéndose cada vez más grandes y hermosas son (como no) la carabasera:

Que bonita, con sus flores, y sus enormes hojas, o los melones:

Minúsculos, que casi no se ven, o los pepinos (había ya uno que lo recogí).

Y claro, con todo esto, mas lo de la semana pasada, pues la comida solo podía ser: 

Una ensalada con el pepino y los tomates, y las patatas que recogi la semana pasada, al microondas; con aceite y sal están realmente divinas. El otro platito es "raimet de pastor", una hierba silvestre, adobada, que acompaña perfectamente cualquier comida. Bueno, también había algo de pollo, que no sale en la foto. Y para cenar, calabacín asado. Con razón estoy como estoy, porque con lo que disfruto comiendo...

Bueno, y esto no lo cultivo yo, pero está silvestre en mi huerto y como queda tan espectacularmente bonito, lo fotografié. 

Agraiment

Vullguera agrair a rac1.org, (Radio Autonómica Catalana), el detall que ha tingut amb mi per triar el meu blog al seu apartat rac1.org/elmon/.Ahí seleccionen blogs de diversa temática i per a mi es un orgull que hajen triat el meu. Tan sols, que al menys podríen avisar, ja que ho he trobat de casualitat, i així els ho podría  haver agraít abans.

La cosecha semanal

Este es el típico "bodegón" que me gusta fotografiar cuando tengo algo  bastante variado para llevar a casa; en este caso, he tenido sorpresas positivas (vaya barbaridad de calabacines, tanto en cantidad como en tamaño), y medio chascos... Todas las patatas que recogí son las que aparecen en la fotografía, y además, he comido garbanzos mucho más gordos que algunas de ellas. Digo que es un medio chasco, porque a pesar de eso, he de tener en cuenta que fueron cuatro patatas que este invierno me encontré en casa y que no estaban en condiciones para poder hacer nada para comerlas, así que las corté en tres pedacitos cada una una y las sembré en el campo; si que he observado que en la zona donde las sembré, todo lo que pongo allí o no sale nada, o sale poco y pequeño, así que me quedo con que saqué dos kilos largos de patatas (por cierto, las gordas ya nos las hemos comido este mediodía) y sobre todo la ilusión de que iba a comer patatas cultivadas por mí. Los ciruelos, esperaba que ya hubieran más, pero no se porqué, este año van muy retrasados. Como limpié la zona de las patatas, al lado habían todavía rabanitos, que creía que no quedaban ya. Y para finalizarlo, dos tomatitos de "Negro de Crimea" y uno "Valenciano", para la ensalada de esta noche.

Como se puede ver por la fotografía, el hecho de que tenga muchos y muy grandes calabacines, es de esperar, viendo como están de hermosas las plantas; unas hojas enormes y unos gruesos troncos que soportan lo que haga falta. Aquí no se ve la cantidad de flores, dado que cuando hice la fotografía, a última hora de la mañana, y con el calor tan tremendo que hizo, están totalmente cerradas, pero os garantizo que hay muchas flores.

Sin embargo, los tomates si que se ven, ya empiezan a blanquear y en poco tiempo estarán ya buenos para recoger; eso sí, las matas están preciosas y enormes. Acercarse a ellas, es impregnarse de ese olor tan característico, y que a mí, particularmente, me encanta. 

Otras cosas que tengo plantadas, también van adelante; este año planté melones y pepinos; pero, lo que son las cosas, de momento no los identifico... :(  De todas formas, esta sencilla florecita tan bien protegida del sol por las hojas, indica que va fenomenal.

He dicho que los ciruelos este año van algo retrasados, pero es algo que no puedo decir de los higos:

La higuera de la fotografía no llega a medir medio metro de altura; la planté hace dos años, y este año seguramente será su primera cosecha; es una higuera "Napolitana", o al menos eso ponía en la etiqueta. 

Ni tampoco de las granadas ( y eso que solo tengo dos arbolitos, pequeños ,,,, y mal cuidados, lo reconozco, pero estoy en el camino de poner remedio a eso):

La verdad es que con estas perspectivas, se soporta bastante bien el calor ...

Ahí había un habar

Pues sí, había un habar; pero finalizó el ciclo y he tenido que limpiarlo; de momento, me he limitado a quitar las cañas de lo que eran las matas de habas y las hierbas que ocupaban todo el trozo de terreno; lo próximo va a ser remover la tierra con el fin de plantar algo ahí, para aprovechar al máximo el terreno; todavía no se que voy a poner, pero algo haré.

Si finalizó el ciclo de las habas, y de las plantas de invierno en general, ahora es el principio de otro ciclo, el de las plantas de verano:

Los frutales como los ciruelos, ya están comenzando a aparecer; estos son los primeros; para mi gusto todavía le falta un poco, y ya que puedo aprovecharme de ello, esperaré a que maduren en el árbol; aunque lo cierto es que ya los he probado, no puedo resistirme. 

Otra planta que también está ya en pleno apogeo son los calabacines; como se puede observar, la mata está preciosa y llena de flor y de calabacines; este año he plantado de los "verdes" y de los "blancos". Compré un sobrecito de semillas de cada clase, y creía que iban menos, pero entre que estaban bastante llenos y que además me han salido todos, este año voy a comer bastantes calabacines: asados, fritos, en tortilla, en puré,... en fin, de las mil maneras posibles. Puesto que aunque no estoy a dieta (afortunadamente), pero si que me preocupan esos "kilitos" de más, esto es lo ideal, muy pocas calorías, y además llena satisfactoriamente el estómago.

Las tomateras, ya tienen un buen tamaño (algunas de las que tengo plantadas ya superan el metro de altura), y además mucho fruto; este año están espectaculares. En la fotografía de arriba, se puede ver una mata de tomate "negro de Crimea", que he probado a plantarlo este año; la mata no se ve tan grande, pero tiene ya varios tomates, y bastante flor. 

Y ¿cómo no?; la planta estrella de este blog: la carabasera; este año he plantado muchas matas y ya van mostrándose; las hojas de la que se ve en la fotografía ya tendrán unos 30 centímetros; poco a poco van creciendo y haciéndose mas grandes y ocupando más y más terreno.

También va acabando el ciclo de las patatas que tengo plantadas, y de los ajos; un refrán valenciano dice bien claro: "A nadal els alls al bancal, i collirlos a Sant Joan". Como este año lo cumplí escrupulosamente, sembrándolos en mimba (cuarto menguante) la semana anterior de navidad, pues está claro que en un par de semanas, a recogerlos.

Está claro y perfectamente demostrado, que la naturaleza va por ciclos, y que afortunadamente, cuando acaban unos, comienzan otros.