domingo, 28 de octubre de 2012

Y hoy cambian la hora

Hoy cambian la hora; he de confesar que soy de los que consideraban esto una estupidez de grado máximo, pero, como todo en la vida, hay que mirar por muchos lados; ayer sábado, con el horario de verano, a las 7:45 de la mañana estaba ya en el huerto, porque he estado dos semanas sin hacer nada en la huerta, y queras que no, se van acumulado. Pero, con el horario anterior, llegué de noche cerrada y tuve que esperarme casi media hora para poder ver donde tenía la ropa para cambiarme. Hoy, domingo, con el nuevo horario, me he despertado a las 7:30 del nuevo horario, y ya había luz. Este pequeño detalle ha hecho que me replantee eso de que es una estupidez. 
En fin, cambiamos de acto y bajamos el telón con la fotografía de una flor, que no se lo que es, pero me gustó muchísimo; por supuesto es de un árbol de mi huerto, de esos que me han aparecido debajo del famoso zarzal. Si alguien sabe qué es, que me lo diga, por favor.
Pues bien, a pesar del madrugón, y de la espera, resulta que a mediados de semana, también lluvió, con lo que el suelo estaba muy tierno y húmedo, así que no pude hacer muchas cosas. Pero no podía dejar pasar otro día; las matas de habas, que estaban preciosas, no se veían, ya que la hierba era mucho más alta que ellas, así que me puse a limpiar el terreno:
Acabé cansado, pero como se puede apreciar, valió la pena; eso sí, para hacer esto y que no me pase lo que le pasó a mi amigo Pepe, hay que ir con mucho cuidado; la raíz de las habas es muy superficial, y a poco que se te vaya la mano, te las cargas arrancándolas, cortándolas o simplemente cortándoles las raíces. Con la rascadora hice el surco entre los caballones, y entre mata y mata las arranqué a mano. Como se ve en la fotografía, las que planté hace poco tiempo (son las que están un poco más alejadas), ya han salido prácticamente todas, mientras que las que planté primero ya están empezando a sacar flor:
Así que en poco tiempo a comer habas. Pero estas lluvias, no solo han hecho crecer las hierbas, sino que han sido fantásticas para todo: las aceitunas se han hecho el doble de gordas, y las cebollas, no hay mas que verlo:
Y, ya que estamos en temporada, y pese a que estos creo que no son comestibles, los fotografío, porque al fin y al cabo, los encuentro en mi huerto:


Sin embargo, me fuí a la sierra a ver si encontraba alguno, pero allí ni asomo de nada bueno; pero eso es cuestión de tiempo, ya que la climatología ha sido la ideal. Ya os contaré

domingo, 21 de octubre de 2012

Fin de semana y lluvia

Recuerdo la película de Berlanga, "los jueves milagro"; pues bien ahora parece que "los sábados lluvia". Y anda que este sábado no ha caído nada. Pude acercarme un poco el viernes pero solo para mirar, no pude hacer nada. Estaba amenazando ya la que iba a caer, y recogí un poco de lo que había, que a estas alturas ya no es mucho: un par de calabacines, tres tomates y tres berenjenas; las berenjenas, este año, si que me están cundiendo:
Como puede verse en la fotografía, todavía hay muchas y además mucha flor que promete más fruto. También por fin, me han salido los cardos, pero solo 3 matas de 10 que planté:
Pude ver que las habas que sembré hace un par de semanas, ya asomaban y se unían a sus compañeras que ya tienen mes y medio aproximadamente; así que en breve, a comer habas.
Podría excusarme en que no he hecho nada en el huerto para no escribir, pero eso me parecería una falta de respeto hacia los que me seguís en el blog, por lo que estuve recordando una conversación con Miguel, en la cual me dijo que las berenjenas crudas eran tóxicas. Evidentemente, me lo creí, puesto que no suelo poner en duda lo que se que me dicen de buena fe, pero decidí enterarme de qué había de cierto en ello.
Efectivamente, la berenjena es una planta de la familia de las solanacéas, a las que pertenecen las patatas, la belladona, la misteriosa "mandrágora", o el tabaco, y contiene un alcaloide, la solasonina, cuando no está bien madura. Aunque la mayoría del alcaloide, está en las hojas, no es conveniente que las personas con problemas cardíacos las consuman; en cualquier caso, sus efectos se atenúan con la cocción, aunque no llegan a desaparecer del todo. Es decir, que incluso cocinada podría ser tóxica; lo que ya no me atrevo a decir es que sean venenosas, y la prueba de que no lo son, es que estoy escribiendo esto (y si que he comido patatas crudas, aunque no he comido berenjenas crudas).
En cambio, si que tienen unos efectos positivos en cuanto a sus propiedades medicinales muy dignos de destacar: 
Mejoran la circulación, ayudando a reducir el colesterol y previniendo la arterioesclerosis. Resulta muy útil el comerla después de una comida abundante en grasas, ya que sirve de desengrasante y no permite que los ácidos grasos saturados se depositen en las arterias, expulsándolos por los intenstinos. También estimula la bilis, ayudando al hígado a disolver las grasas.
La pasta resultante de machacar la pulpa de la berenjena, suaviza las quemaduras, especialmente las quemaduras solares... (se puede uno poner "gamba" en la playa y luego, se reboza con berenjena, y como nuevo); esta pasta, también ayuda a calmar los dolores reumáticos.
Por su alto contenido en agua y su bajo contenido calórico, es excepcionalmente buena en dietas de adelgazamiento, aportando minerales como fósforo o hierro, junto con potasio, calcio y sodio. Sin embargo, en comparación con otras verduras su aporte vitamínico es muy pobre. Parece ser que su consumo inhibe el crecimiento de células cancerígenas en el estómago, lo que aunque en animales si que se ha comprobado, todavía no se puede demostrar que funcione para los humanos.
No quiero enrollarme más, y en Internet hay sobreabundancia de información de este tema, así que os recomiendo unas tiras de berenjena a la plancha, con un pelín de sal... y nada más. (creo que cenaré eso esta noche).

domingo, 14 de octubre de 2012

Aceitunas, hongos y ... espárragos

Ya estamos casi en la época de recogida de la aceituna; no hay más que ver como están ya los olivos:
Este año, si no sucede como el año pasado, que unos días de aire echaron por los suelos prácticamente todas las aceitunas, voy a recoger bastantes; de hecho ya he recogido unas cuantas, de las manzanillas, para adobarlas y comerlas: con capazo de esparto, quedan muy fotogénicas:
Y por si no tenía bastantes, mi amigo Ricardo me ha regalado una de la variedad "picual", que ya la he plantado:
Pero no solo de aceitunas voy a hablar hoy; las calabazas del peregrino, las tenía que poner a secar, y ¿que mejor sitio que un antiguo secadero de tabaco?; así, colgadas de los alambres del techo seguro que se secan de la mejor manera:
Claro que el título parece que lo haya puesto para despistar; pues si, tan despistado como lo está este tiempo. El viernes por la tarde cayó una buena, como hace un par de semanas, pero seguimos con un calor anormal, lo que produce cosas muy curiosas: de momento, ya ha vuelto el poblado de David el Gnomo:
Así como otras setas que no tengo ni la más remota idea de qué son, pero que quedan muy bonitas:
Estas imágenes son el anuncio de que en la sierra ya estarán casi a punto para recoger los rebollones (níscalos, esclatasangs, pebraços,,, como se quieran llamar).
Lo de despistar, es muy fuerte, porque esta mañana me he acercado al huerto (había oido que pedregó), y he aprovechado para recoger un par de berenjenas, un calabacín, ... y un montón de esparragos; las berenjenas, es mas o menos normal, lo del calabacín ya es mas raro, pero bueno, a veces las plantas duran más de lo habitual, pero ¿espárragos en octubre?, ¿y tantos?:
De los calabacines, ya que este año han sido tantos y tan buenos, he separado semillas, y las he puesto a secar.
Bueno, esto es lo que tengo que contar; todo más o menos sigue normal, excepto las rarezas del tiempo; al final, eso del cambio climático nos va a fastidiar mucho más de lo que esperamos.

martes, 9 de octubre de 2012

Otoño, acaba un ciclo


Ya ha entrado el otoño; comenzó con calor, continuó con una fuerte lluvia y volvió el calor. Esto lo han notado ya las plantas, que mientras unas comienzan a mostrarse, y algunas en todo su mejor aspecto, como pueden ser las habas, o las coles:
Las habas, no llevan mucho tiempo, apenas cuatro semanitas, pero ya muestran un formidable aspecto; aproveché la circunstancia de que estamos en cuarto menguante, la mejor época para la siembra (no me preguntéis porqué, pero así es), resembré unas cuantas que no habían salido y sembré unos cuantos surcos mas:
También están ahora en pleno apogeo las berenjenas; después de recoger mas de tres kilos de ellas, las plantas todavía presentaban este aspecto, con bastantes frutos pequeños y mucha flor.

Pero en cambio, otras plantas están ya finalizando; si ya recogí las calabazas porque la mata estaba totalmente muerta ya, esa circunstancia se ha repetido ahora con los calabacines y las calabazas del peregrino, que los he tenido que recoger porque ya se habían agotado sus matas:

Es muy curioso el níspero; lo normal en los frutales suele ser comenzar a florecer en primavera o incluso en verano, pero esta fruta comienza a florecer ahora, a principio del otoño:
Resumiendo, está claro que el otoño es una época de cambio de ciclo; a diferencia de la primavera que es un arranque puro y duro, en el otoño se unen cosas que comienzan con cosas que acaban. Y para acabar por hoy, esto fue lo que recogí; cierto que los calabacines no tienen un aspecto muy agradable, pero están en las condiciones óptimas para preparar un dulce de calabacín que le enseñaron a hacer a mi mujer. Ya os contaré.