domingo, 27 de enero de 2013

La pausa del invierno

Es cierto que he empezado el año un poco perezoso respecto a este blog; mi única defensa es que las circunstancias no me han permitido mis horarios habituales, y el momento semanal que normalmente dedico a escribir, ya me ha pasado un par de veces en que no lo encuentro. Pero esto afortunadamente no me sucede con el huerto; incluso la semana pasada, que no me encontraba muy bien físicamente, me acerqué un buen rato.
También es verdad que el invierno es una época en la que hay muy poco que contar y tampoco aparecen imágenes muy llamativas para fotografiarlas. Así y todo, siempre encuentro algo, como este brócoli que, al igual que la mayoría de cosas que tengo plantadas actualmente, ni adelanta, ni se pierde:
Con este aspecto lleva ya lo menos tres semanas; algo semejante ocurre con las alcachofas, aunque éstas si que dan la sensación de ir adelante:
Tardaron mucho tiempo en salir, pero ahora tienen muy buen aspecto. Yo creo que todo esto es debido al clima tan fuera de tiempo que estamos teniendo; unas temperaturas que al mediodia están alrededor de los 20 grados (y eso que estamos en enero), unido a una semana que hemos tenido ahora con unos fuertes vientos de poniente, que lo secan todo, (y que por cierto, han conseguido destruir el pequeño refugio que hice hace un par de semanas para el limonero), no se corresponden con lo que necesitan las plantas ahora; sin llegar a las exageraciones de otros años, como el año pasado, que llegamos a los 7 bajo cero, ahora todas las plantas necesitan frío. 
Eso hace que los almendros ya estén totalmente en flor, y algunos frutales de verano ya vayan empezando a removerse y mostrar algo; los nísperos, si no hay una gran helada, si que tendrán muy buen aspecto:
En cuanto a las tareas que estoy realizando, poco o nada puedo contar; me estoy dedicando a cavar y preparar el terreno para cuando sea el momento plantar las hortalizas veraniegas, y sobre todo, ya he terminado con la poda de los olivos:
Los he dejado más pelados que un recluta de mi época; la experiencia de hace dos años, pese a que no quité ni la mitad de leña que hacía falta, me ha aconsejado (bueno, la experiencia, y el hecho de que al tenerlos junto a un camino bastante transitado, hace que siempre haya alguien que me de consejos, e incluso, me ayude), que quite realmente mucha más de la que quité hace dos años; en ello estoy y espero que el verano del próximo año esté todo lleno de pequeños retoños llenos de aceitunitas.
Vamos a esperar a que refresque un poco, sin pasarse y así mejorará mucho todo.

domingo, 13 de enero de 2013

Empieza el año 2013

En realidad debería haber empezado el año en el blog la semana pasada, que era cuando tocaba, pero por las fiestas, y otras circunstancias, no lo hice. En realidad, cualquier momento es bueno. También curiosamente, la semana pasada si que hice fotografías del huerto, y esta no. Lo cierto es que lo que hice ayer sábado, no tiene más historia que contar: cuando llegué, me puse como un poseso a cavar y preparar terreno para que no me pille el toro como otros años y cuando llegue el momento de plantar las hortalizas de primavera / verano, tenerlo todo a punto; cuando me cansé (es agotador esto de la azada), cogí la sierra y las tijeras de podar y me puse a "escamondar" los olivos; ya tengo la mitad hechos. Por cierto, que no sabía yo que las hojas y esa capa que recubre las ramas es un auténtico manjar para las cabras; vino un pastor, y me preguntó si se podía llevar unas cuantas ramas, y me lo explicó. Así que hoy hubiera sido un poco aburrido poner algo aquí; la semana pasada, en cambio, si que hice algo más. 
En alguna ocasión he hablado del limonero que planté; fue el primer árbol que repuse, y lo hice en el sitio exacto donde mi padre tenía otro; ese limonero, cuando llega enero, el frío se lo carga; vuelve a renacer en la primavera, y así sucesivamente.
Así que este año, voy a probar un invento, a ver que sucede. Como podréis ver, está precioso; le construí una especie de cabañita / invernadero, y lo tapé con un plástico:



Aunque aquí parece que está totalmente tapado, no lo está: de hecho es más bien un túnel, con la orientación este-oeste; de esta forma, evito el efecto de multiplicación del frío (o calor) que haría el plástico cerrado, y le permito la entrada del aire seco de poniente o el húmedo de levante, pero no le dejo entrar el frío del norte; esto junto a unos agujeros estratégicos en la parte superior para evitar que se embolse el agua si llueve, creo que serán suficientes; de momento, ya ha aguantado una semana el invento, y sigue precioso el limonero.
También, la novia de mi hijo me regaló una higuera que tenía en una maceta, para que se hiciera más grande; ciertamente, parecía un bonsai, y se veía muy bien cuidada, así que con todo el mimo y cuidado del mundo, la planté (ya tengo tres higueras).
Lo que para mí es preocupante, (y las fotos que lo ilustran son de la semana pasada), es como están ya los almendros; en mi caso, todavía no mucho, pero ya tienen los botones de donde saldrá la flor en muy poco tiempo:

Pero en otros sitios, ya no pueden tener más flor; esto es bastante perjudicial, porque las temperaturas tan primaverales que hemos  tenido durante el fin de año, han engañado totalmente a los árboles, y ya han florecido; ahora, cuando en enero haga el frío normal de esta época, se va a cargar toda la cosecha de almendras:
En fin, veremos que es lo que sucede; de momento, a retomar las buenas costumbres, y a seguir haciendo cosas en el huerto