domingo, 27 de julio de 2014

Calor, frutos y alguna flor

Estamos en una época en la que el calor, del que los humanos tanto nos quejamos, hace que algunas plantas entren en pleno apogeo; este es el momento en que los tomates ya maduran a toda velocidad, los melones ya empiezan también a madurar y a pesar de que otras hortalizas como los pepinos o los calabacines ya empiezan a agotarse, es el mejor momento de las hortalizas de verano. El garrofón, ya asoma y en breve empezaré a recogerlo:
Este año tengo muy poco, pero selecto; las vainas tienen un tamaño mas que aceptable y mejor pinta que el que tenía el año pasado. Otros frutos que comienzan a estar ya apetitosos, son los higos:
Estuve tentado de coger alguno, pero aún les falta una semanita por lo menos. Lo que no me esperaba era encontrarme uva; no tiene muy buena pinta, y la veo como muy pequeña. Seguramente no será ni siquiera buena, porque es de las cepas de vid americana, que no están injertadas de nada, pero esperaré a que maduren para opinar:
Lo que es cierto que este año va a ser entre muy poco y nada son las almendras; para poder mostrar alguna fotografía, tuve que rebuscar bastante:
En el otro lado, los olivos; pese a que la piedra los tocó un poco, los árboles están repletos; incluso algunos que llevaban años sin fructificar:
El maíz también está ya mostrando estos "plumeros" de flor:
Y hablando de flor, ni me imaginaba lo bonita que podía ser la flor de la hierbabuena:

domingo, 20 de julio de 2014

Y sigue el verano

Sigue el verano y ahora, por lo menos, ya está haciendo el tiempo que toca hacer, es decir, mucha calor. Esto se nota ya en las plantas; no hay más que ver las matas de las calabazas, que poco a poco, se están adueñando de todo el territorio, comiéndose incluso el terreno de las hierbas:
Además de flores, ya asoman también las primeras calabazas, de todas las variedades que he plantado este año:


Esto me produce una gran satisfacción, pero este año veremos que me sucede; no se si recordaréis que cuando las sembré, empezó por no salir ninguna mata; así que las volví a sembrar y además hice plantel con las semillas; pues bien, a la segunda me salieron todas, y tengo más de veinte matas. Como les de por hacer muchas, va a ser una cosecha extraordinaria.
Pero no solo sembré calabazas; también, entre otras cosas sembré melones, de 4 clases distintas: el "Meló d'or" variedad autóctona de melón amarillo, melón "de galia", que por cierto ya llevo unos cuantos comidos y eran muy sabrosos y dulces, sandías, y el típico "piel de sapo":
Como se puede apreciar, tiene muy buena pinta; también sembré maíz para hacer palomitas; la tormenta del otro día casi me lo arrancó pero aguantó muy bien el viento y la lluvia y ahora tiene muy buen aspecto:
Y los rabanitos: los sembré la semana pasada aprovechando el hueco que habían dejado los ajos y ya han salido:
Tenía un poco de miedo de que no salieran, porque por ese terreno hay varios hormigueros que no hay forma de quitarlos, pero parece ser que no les ha dado por comerse las semillas.
Y aunque aún es pronto, ya se pueden apreciar las granadas; no hay muchas, y son pequeñas, pero es que donde están no le llega todavía el agua, y con lo poco que ha llovido este año, pues gracias que al menos las probaré:
 
Y para acabar por esta semana, pondré la fotografía de la súper-berenjena que recogí: kilo y cuarto de berenjena; es el tercer producto que consigo este año de tamaño "súper", ya que primero fue una patata de 1.200 gramos, y luego un calabacín de 3.500:

domingo, 13 de julio de 2014

Pasó la tormenta

Pasado ya el susto de las tormentas de la semana pasada, esta semana ya empieza a hacer algo del clima que corresponde. No hay más que ver como están coloreando ya los tomates:
Aunque ya llevo algunas semanas recogiendo, ha sido esta semana que ya ha empezado a hacer calor en serio, cuando se ha notado en la cantidad de tomates que han madurado; esto en cuanto a los que planté en la prima tanda; este año, para que no me sucediera lo de otros años, primero planté unas cuantas matas de tomate valenciano; al cabo de 4 semanas planté otras de la variedad comanche, los cuales también están ya casi a punto:
Y luego, también planté una segunda tanda de valencianos, los cuales empiezan ahora a mostrar los primeros frutos. 
Frutos que también están empezando a mostrar las sandías; esta es muy pequeña, pero es como 3 veces más grande que lo era la semana pasada:
A nivel personal, me como muy a gusto todo lo que produce mi huerto, pero mi mayor ilusión es ver como crecen; cuando veo como una sandía como la de fotografía que va haciéndose cada vez más grande, me entra una sensación muy agradable de estar consiguiendo algo bueno.
Claro que el calor también tiene efectos colaterales, que en realidad no son ni buenos ni malos, aunque todo es como lo queramos ver; la rúcula que tengo plantada, ya se ha espigado y está floreciendo, es decir, que ya no puedo recogerla, porque no es práctica para comerla, pero en cambio se está reproduciendo, y además me sorprendió agradablemente, porque son unas flores muy bonitas:
Y claro, el clima actual es el mejor para el crecimiento de las calabazas; las matas, con unas impresionantes hojas, se están adueñando de todo el terreno, y están floreciendo:
A pesar de que me quejo continuamente de las hierbas, estoy viendo que las calabazas pueden con ellas.
De todas formas, la pedregada de la semana pasada hizo bastante daño, aunque afortunadamente, me dejó bastantes cosas bien, pese a todo; aquí podéis ver como me dejó las aceitunas:

domingo, 6 de julio de 2014

Por los pelos

Por los pelos me he librado de una auténtica catástrofe climatológica. Hasta ahora, todos los que me seguís sabéis que siempre estoy optimista cuando escribo en este blog. Es como si nunca pasara nada malo en mi huerto. Y si bien es cierto que pese a que muchas veces no me salen las cosas como me gustaría, lo cierto es que siempre, absolutamente siempre, he salido de buen humor y con optimismo. En esta ocasión, casi que no lo consigo. No suelo ir entre semana, pero este miércoles tenía que ir cerca, así que aproveché para ir a recoger algo y dentro de lo posible, recoger calabacines de un tamaño más habitual. Cuando iba llegando, vi que la carretera estaba como muy mojada; hacía poco tiempo que había llovido, pero en principio, no le di más importancia. Cuando llegué al huerto me hundí (moralmente y literalmente, ya que estaba totalmente embarrado). Las cañas que sujetaban las matas de judías y garrofón, estaban escampadas y habían arrancado las matas; el tomatar, había aguantado un poco mejor, pero también estaba temblando y varias cañas sueltas.
Pero no solo fue agua y viento, sino también piedra; no hay mas que ver el aspecto de las hojas de la calabaza, totalmente agujereadas. Así que me puse manos a la obra a fin de minimizar los daños; replanté algunas matas de judías que el viento las había arrancado, afirmé las cañas de los tomates, y tras coger lo que pude, ya que estaba totalmente embarrado, me volví a casa. Para acabarlo de arreglar, el jueves, aquí en  Valencia, se montó un tormentón impresionante; hacía años que no había visto esas cortinas de agua que caían desde el cielo, impidiendo ver más allá de las narices. Así que el sábado ya os podéis imaginar con qué ánimo me dirigí al huerto.
Pero todo cambió cuando llegué allí. El sábado salió un día espléndido, e incluso demasiado caluroso. El tormentón del jueves, allí no hizo nada; las matas de judías que replanté, habían cogido, el tomatar se mantenía firme y no habían más daños, así que me tranquilicé totalmente.
Las calabazas, a pesar de la piedra, no habían pedido vigor y estaban espléndidas:
Así que me puse a reconstruir el armazón de cañas para las judías, y a limpiar aquello de hierbas, porque, eso si, este agua ha sido como la "poción mágica" para los hierbajos; hay que ver como han crecido:

Ah, casi se me olvida; encontré una maceta con una palmera, que alguien había tirado, y me dió por plantarla en mi huerto; espero que le vaya muy bien.
Dicen que nunca es tarde si se llega a tiempo, y me gustaría haber llegado a tiempo de salvarla.