domingo, 21 de agosto de 2016

Han caído cuatro gotas

La sequía continúa haciendo de las suyas, aunque esta semana nos ha dado un día de respiro, dejando caer unas cuantas gotitas que ya se estaban haciendo imprescindibles.
En cualquier caso, a pesar de lo encapotado que se presentaba el día, fue tan solo una ilusión, ya que lluvió un poco por la mañana y punto. De todas formas, bienvenida ese agua. Hace ya algunas semanas que comenté un problema que tenía con los olivos, que tenían muchas hojas de color amarillo. Afortunadamente lo pillé a tiempo y un poco que lo regué, fue suficiente para eliminar el problema; ahora ya tienen un buen aspecto:
Desde luego que estas gotas que cayeron el otro día son fantásticas para el olivo, que ya lo necesitaba, sobre todo porque además de beber por la raíz, necesita la humedad en el tronco y las hojas, que en este caso si que han recibido.
También ha sido muy buena para la higuera que planté hace un par de semanas; de hecho, ya he podido probar sus frutos, lo que significa que ha enraizado muy bien:
Sin embargo no ha llegado a tiempo para las granadas, ya que la falta de agua ha provocado que reventaran antes de madurar:
Aunque tengo la esperanza que algunas se salven, no creo que pueda comer muchas granadas este año; sin embargo, la sequía, curiosamente ha hecho que la vid que tengo crezca de un modo espectacular, volviendo a cubrir sin ningún tipo de reserva a los árboles:
Este año, si que he podido dedicar el tiempo debido a podar el níspero, tarea que se había convertido en algo realmente imprescindible, como puede observarse en estas fotografías de antes/después:

Le he quitado mucha madera, que obstaculizaba la recolección, y tampoco dejaba circular el aire por la parte central del árbol, con lo cual se supone que va a coger mucho vigor; dicen los expertos que una buena poda es mucho mejor para el árbol  que el abono.
Para terminar no me resisto a poner esta fotografía de un precioso amanecer desde mi huerto:

domingo, 14 de agosto de 2016

Bichitos, pero los que faltan

Que la naturaleza tiene sus ciclos, ya lo sabía yo, pero que al final, los humanos también sigamos con esos ciclos, es como mínimo llamativo. Esta semana, pensaba escribir sobre los bichitos que debería encontrarme en el campo y no los he visto, y rebuscando en el blog para poder referenciarlos, me he dado cuenta que justo hace un año, también escribí sobre los animalitos del huerto, que generalmente son insectos, arañas y otros bichos de este estilo.
Este año, he encontrado, por supuesto, caracoles:
Los caracoles, muy escasos este año, estaban prácticamente todos escondidos en las matas que habían pegadas a la pared, y al limpiar la zona, han subido por la misma:
Y es que se acercan las fiestas, y dado que es aquí donde suelen poner los castillos y las mascletás, me conviene tenerlo muy limpio, para evitar posibles accidentes que en otras ocasiones si que se han producido. Y ha sido al limpiar la zona cuando he caído en el detalle que he encontrado muy pocos, casi ningún saltamontes:
Otros años, al dar un golpe con la azada, empezaban a saltar varios de ellos, pero este año he visto muy pocos. Otros bichos que también me ha llamado la atención han sido las arañas; hace poco puse la fotografía de una araña negra, de gran tamaño:
No las había visto nunca por allí, pero no ha sido la única de este tipo que me he encontrado; también he visto esta otra araña:
A decir verdad, no me había fijado nunca en este tipo de arañas, que suelen estar escondidas en las partes inferiores de las plantas, así que no puedo afirmar, como he hecho con la negra de la fotografía anterior. De todas formas, no he encontrado ninguna araña tigre, ni tampoco ninguna mantis, también conocida como insecto palo (de los cuales ya hablé en otro artículo).
Y es que la naturaleza es la combinación total de animales, vegetales y los minerales que hay en el suelo, por lo que si faltan algunos o aparecen nuevos, no se obtendrán los mismos resultados. Tal vez por ahí empiece a encontrar la explicación a los distintos resultados que he obtenido este año.
Pero aquí prefiero hablar más de mis plantas que de los bichos, por muy imprescindibles que sean estos, así que os contaré que debajo de las hojas del melonar, he encontrado una sandía, pequeñita, pero con muy buena pinta;
Las dos matas de melonar que planté este año han tenido un crecimiento brutal y se han expandido por un gran trozo de terreno, por lo que han tapado las matas de sandías y las de los pimientos, sin dejar crecer gran cosa a dichas plantas. Pese a ello, los pimientos siguen sacando flor, e incluso he conseguido coger algunos muy pequeños:
Bueno, los pimientos italianos, que están algo más alejados de la mata si que han tenido un mejor rendimiento, igual que las berenjenas:
Además, por fin, este año si que podré probar el anficós, aunque me temo que solo podré eso, probarlo, ya que la mata no ha crecido mucho y tampoco ha sacado flores.

domingo, 7 de agosto de 2016

A por higos

Esta frase, que suele aplicarse a quien va a coger algo y se queda con las manos vacías, en este caso tiene el sentido literal; las higueras que tengo, dos blancas y una negra, tienen todas una cantidad y una calidad de frutos que realmente no me la esperaba. 
Pero por si no tenía bastantes, me han regalado otra higuera negra:
De esta manera, ya tengo cubierto el cupo de higueras para lo que pretendo conseguir: dos árboles frutales de cada clase, Ese cupo ya lo tengo cubierto con los nísperos, los ciruelos y los granados, que por cierto, también tienen buena presencia este año:
Así que, ni corto ni perezoso, planté inmediatamente la higuera para que vaya adaptándose al terreno:

Cambiando de tema, las plantas aromáticas que tengo, la albahaca y la hierbabuena, están ahora en plena floración; sus flores, no por diminutas, dejan de ser bonitas:


Y hablando de flores, estas ya no se si son de calabaza o de melón, pero la cuestión es que siguen floreciendo:
Flores que ya deberían de tener los boniatos, pero siguen sin aparecer, a pesar de que las matas siguen creciendo:
Como muestra de que el ciclo de las estaciones es imparable, ya se pueden apreciar los primeros síntomas del invierno, con estas pequeñas hojas de cardo que ya han aparecido: