domingo, 30 de julio de 2017

Quitando hierbas

Ahora, con todo el calor que está cayendo, estoy aprovechando que las plantas que tengo ahora plantadas exigen pocos cuidados, ya que están prácticamente todas en el momento de la recolección, incluyendo ya las higueras, que ya he podido recoger las primeras:

Los tomates este año no está dando el resultado esperado, ya que están dando muy pocos frutos y les cuesta bastante madurar; a esto, hay que añadir un problema adicional provocado por el calor excesivo que estamos teniendo; consiste en que empiezan a secarse poco a poco y se van consumiendo, incluso antes de madurar:
Lo malo de este problema es que no existe solución, ya que es el exceso de insolación lo que lo produce, y me ha fastidiado más de la mitad de la producción de tomates de pera; al menos las otras variedades, aunque muy poco comparado con otros años, van saliendo.
La limpieza de hierbas exhaustiva que estoy realizando, no impide que también limpie algunas zonas que están cultivadas, pero que al no dedicarles el tiempo necesario y descuidarme un poco, llegan a tapar las plantas, como me había ocurrido con estos pimientos:
Aunque la limpieza de que estoy realizando, de la que ya he puesto alguna que otra imagen, produce efectos  incluso llamativos, como cuando limpié este granado, del que se puede ver la imagen "antes-después":

Otra zona que he dejado limpia es el trozo donde tenia los cardos y las alcachofas, donde también tengo la hierbabuena, que al limpiarla algo hace unos días, ha quedado espectacular, pero también ha quedado perfectamente limpio el terreno, para en unos pocos días, partir los troncos de los cardos y volver a replantarlos:

Una de las cosas que suceden cuando limpias, es que ves la fauna que no es habitual; en este caso, me alegré de ver este hermoso ejemplar de araña tigre, que había llegado a creer que había desaparecido del entorno, porque el año pasado no vi ninguna, y no es bueno que desaparezcan elementos del ecosistema:

domingo, 23 de julio de 2017

Calor y color en verano

Mucho es el calor que estamos teniendo este verano, y la canícula todavía no ha llegado, lo que quiere decir que todavía puede se más fuerte; una calor que de momento, ya ha conseguido destruir la rúcula y los rabanitos, que tenían un aspecto muy bueno hasta que han empezado a secarse las hojas y prácticamente han desaparecido. Apenas he tenido el tiempo justo para poder probarlos, porque ha sido muy rápido, casi como si lo hubiera quemado. Tal vez, en otras épocas, con otra forma de regar, se hubieran podido salvar. Me refiero al riego "a manta", una práctica que hace ya algunos años ha caído en desuso, pero que todavía la utilizan algunos:
Esta mañana he podido ver esta escena, que me ha traído muchos recuerdos de cuando, junto a mi padre, regabamos el huerto de naranjos igual que en la fotografía; además, en días como los que estamos pasando ahora era una verdadera delicia poner los pies descalzos en la acequia que traía el agua mientras cerrabamos el paso por la misma para desviarla hacia el huerto. Ahora, se ahorra mucha más agua, pero a mi me encantaba mucho el ritual del riego a manta.
De todas formas, también funciona esta forma de regar, y proporciona los colores del verano, que son el verde, en general de todas las plantas, pero el amarillo de los melones ya empieza a aparecer:
Aunque el color más llamativo de mi huerto en verano es, como no, el rojo de los tomates, tanto en la mata:
como cuando los recojo y los pongo en la caja:
Ciertamente hace mucha ilusión poder recoger, no solo los tomates, sino las berenjenas, los pepinos, los pimientos, y las cebollas, aunque para poder cogerlas todavía les falta algo de tiempo:
Otra fruta de color rojo, pero que, enlazando con lo que comentaba al principio, este año no las estoy probando, porque el calor no las está dejando vivir ni crecer con normalidad
Y para finalizar por esta semana, ya que hablo de colores, el blanco, como tal es muy bonito, y estas son las flores de las judías:

domingo, 16 de julio de 2017

Cultivos inesperados y otras hierbas

Hay ocasiones en que la naturaleza sorprende con cosas en fechas no habituales, y eso es lo que me está sucediendo ahora; cuando finalizó la época de las habas y los guisantes, labré la tierra y al poco tiempo, en el mismo sitio, planté cebollas y sembré rabanitos y rúcula, que son plantas que, según lo que se, tocan ahora. Pues bien, cual no sería mi sorpresa, cuando me encuentro unas matas de habas:
Como si las hubiera sembrado hace nada, y lo mismo me ocurrió con los guisantes:
Por supuesto que voy a dejarlos crecer, a ver que sucede; no estaría nada mal recoger habas en pleno mes de agosto. Y si es raro lo de las habas y los guisantes, es curioso, aunque esto si que está en plena temporada, como tengo las verdolagas. En alguna ocasión he puesto algo sobre esta planta, que yo la tenía encajada dentro de las hierbas a arrancar, pero resulta que estaba muy equivocado, ya que es una planta rica en minerales y ácidos omega 3, (tan de moda ahora), buenísima para la salud bucodental, ya que protege muy bien las encías, y también muy buena para el hígado y el aparato digestivo en general; basta con poner "verdolaga" en cualquier buscador de Internet, y aparece mucha información sobre la misma. Además, y eso no me había fijado, se vende en los mercados, como cualquier otra verdura, e incluso las he visto a la venta en macetas, para el cultivo doméstico.
La curiosidad, es que la verdolaga, aunque resiste muy bien la sequedad del terreno, este año le ha dado por ponerse a buen recaudo, siguiendo las gomas de riego, con lo cual, da la sensación de que la estoy cultivando adrede, aunque en realidad, me está fastidiando todo lo que tengo plantado en esa zona:

Y ya que hablo ahora de hierbas, pongo estas flores silvestres, que son muy bonitas


domingo, 9 de julio de 2017

Poco que contar y ... mucho que hacer

Poco es lo que se puede contar en estas fechas, ya que aunque ya he empezado a recolectar frutos de los plantado para el verano, por ahora, solo hay que esperar y recoger; de momento, los tomates, las judías, los pimientos, los pepinos y los calabacines, pero hay otras plantas, que están ahora empezando a mostrar los primeros frutos, e incluso algunas todavía las flores; las calabazas, por ejemplo, están ahora empezando a sacar las flores:
Este año está siendo realmente atípico, ya que aparte de que el clima está siendo bastante "rarillo", con continuos cambios bruscos de temperaturas, y esto está provocando que no evolucionen las plantas como lo esperaba; de hecho, los tomates no tienen el tamaño que deberían tener en esta época, aunque afortunadamente, de sabor y aspecto están muy bien. Esto se puede aplicar también a las calabazas, que apenas mide metro y medio de largo, y con las hojas muy pequeñas; como se puede apreciar en la fotografía, las flores son casi más grandes que las hojas, cuando en realidad éstas deberían ser enormes. Algo parecido ocurre también con los melones y las sandías, aunque en este caso, ya están más adelantados, ya que han sacado frutos, aunque solo uno por variedad:

Las fresas, que otros años han estado espectaculares, este año no van como debieran, y sacan muy pocos frutos, aunque son de los más deliciosos que he probado nunca:
Otra planta que ya está mostrando sus flores, es el maíz; empezó que parecía que no iba a salir nada, le costó lo suyo arrancar, e incluso el viento casi arrancó algunas matas, pero ahora ya empiezan a salir las flores en la parte superior:
Las granadas ya van tomando forma, al menos en uno de los árboles, porque este año, los árboles que limpié no han sacado apenas flor y menos fruto; también he plantado algunos esquejes de otra variedad, pero no han mostrado todavía que hayan enraizado, aunque al menos, la varita no está seca.
Sin embargo, algo si que está saliendo bien y es lo que sembré la semana pasada; en menos de una semana, han brotado los rabanitos y la rúcula:
Esto es lo que hay "poco"; lo "mucho" es lo que estoy haciendo de limpieza de hierbas. He limpiado un buen trozo de terreno y estoy ahora limpiando totalmente los olivos, y aprovechando para hacer la poda de verano; esto ya lo conté la semana pasada, pero es lo que estoy haciendo, y todavía me queda mucho; cuando finalice, podré poner correctamente la goma para el agua y poder regarlas, y así evitar lo que me sucedió el año pasado, que se pusieron las hojas amarillas por la falta de agua. Mucho es todavía lo que me queda por limpiar, pero poco a poco, sin prisas, pero sin detenerme, lo voy a conseguir.




domingo, 2 de julio de 2017

Recogiendo las cosechas

Ya puede decirse que estoy empezando a recoger con normalidad los frutos de las hortalizas de verano; no hay mucha cantidad todavía, pero si que hay variedad: judías, tanto redondas como planas, pepinos, calabacines, tomates de pera, valencianos, pimientos, y aunque no salen en las fotografías, alguna que otra fresita;
Ya pueden observarse como van madurando los tomates; hay bastante cantidad pero les cuesta mucho madurar.
Tampoco están cogiendo mucho tamaño, pero he estado comentando el tema con algunos amigos con las mismas aficiones, y a todos les está sucediendo lo mismo, es decir, que les cuesta mucho que maduren y no cogen tamaño. Otra planta que tampoco crece mucho, aunque no me atrevo a decir que sea problemático es la albahaca; el año pasado a estas alturas tenían un aspecto fenomenal pero este año son como una bola grande, sin llegar a crecer tampoco gran cosa:
Las berenjenas ya van tomando forma, aunque las plantas son muy pequeñas.

Uno de los problemas que creo que he tenido este año ha sido el cambio de ubicación. Tengo tres parcelitas, y cada una de ellas tiene un tipo de suelo diferente; la del medio, que es la que habitualmente utilizaba para plantar estas hortalizas, es de color rojizo, con poca dureza, y que cuando coge humedad, le cuesta perderla. Otra parcela, que es donde este año tenía las patatas y las habas, y donde ahora tengo plantadas cebollas, maíz y cuatro matas de calabacín, es un suelo de color blanco grisáceo, y muy suelto; de hecho, ese es el principal motivo para sembrar allí las patatas y otras plantas de raíces. La tercera, que es donde he plantado este año prácticamente todo, es un terreno de un color un tanto amarillento, muy duro y la humedad apenas se conserva. Seguramente ese es un detalle que habré de tener en cuenta para poder plantar todo correctamente; antes, este trozo lo utilizaba para plantar las habas en un lado y los ajos en el otro; este año, cambié la ubicación de estos dos cultivos, dejando el centro para el resto de hortalizas; las habas funcionaron tan bien como las que había plantado en la otra parcela, pero en cambio los ajos este año han sido un auténtico desastre, ya que han salido pocos, pequeños y encima agusanados. Y lo peor fue lo que duro que tuve que cavar para poder arrancarlos, cuando en otras ocasiones había podido sacarlos simplemente tirando de la planta.
En cuanto a las tareas que estoy haciendo, ya estamos en la época de la poda veraniega de los olivos; no se trata de una poda tan dura como la de invierno, en la que tengo que cortar mucha madera, mientras que ahora solo se trata de quitar los "chupones", que son esas varas que salen en sitios indebidos y que quitan fuerza a las ramas con olivos.
Además, estoy aprovechando para limpiar también el terreno y los márgenes del huerto para que cuando llegue el momento de recoger las aceitunas no tenga los problemas que he tenido otros años;