Pero eso también tiene sus ventajas; estas lluvias, han hecho que las habas, que estaban adormecidas, los ajos que sembré y las cebollas, hayan tomado impulso y vayan creciendo rápidamente. La cantidad de agua que ha caido, ha calado bien y ha hecho bastante "saó", como decimos por aquí y eso va a facilitarme el ararlo cuando esté más seco.
De todas maneras, las lluvias hacen aparecer unos bichitos, que con la salsa adecuada son realmente exquisitos: los caracoles.
Y ahora, ya toca empezar con la recolección de las aceitunas; este año, a causa de las temperaturas y la poca agua que ha caído, van muy adelantadas y ya están bastante maduras. El próximo fin de semana, ya toca extender las telas y recogerlas para poder hacer el aceite.
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