lunes, 12 de mayo de 2014

Ya empiezan los frutos

Ahora que ya hemos pasado del ecuador de la primavera, es cuando empiezan a estar ya bien los frutos para recogerlos; si bien este año, a causa sobre todo de la ausencia de lluvias en los momentos clave del invierno y del principio de la primavera, la cosecha no será precisamente grande, si que tengo suficientes y sobre todo, muy buenos; los nísperos, pocos, pero sabrosos; los ciruelos, ya empiezan a tomar color:
Y si los ciruelos ya tienen el color, las brevas ya tienen un tamaño aseado:
Estas aceitunas, todavía tardarán bastante tiempo en tener un aspecto "serio"; sin embargo, es muy buena señal el que ya se vean y sobre todo, que hayan tantas:
Las granadas, ya empiezan a convertirse en frutos:
Otras plantas, nos enseñan que ya están listas de otras maneras: las patatas empiezan a florecer precisamente cuando ya empiezan a estar listas para recolectar; en breve, comenzarán ya a secarse las matas y es entonces cuando se recolectan:
Esto es lo que hice el sábado; tuve bastante trabajo limpiando de hierbas los tomates y las restantes hortalizas que tengo plantadas. Pero el sábado, quedé con mi amigo Miguel, quien a su vez había quedado con una sobrina que le iba a enseñar el correcto podado de la viña; como que a mi todo esto me interesa, me apunté y fue muy provechosa la visita; además de aprender a podar correctamente, aprendí como hacer un injerto de cuña correctamente (cuando lo haga ya pondré las imágenes), y algo más de cultura ecológica. Por ejemplo, aprendí como combatir el pulgón en los tomates: hasta ahora, el único método que conocía era el rociarlos con azufre y sulfato de cobre; y ciertamente funciona genial. Otra manera, pero esta es tener suerte, es cuando están más sobre las hojas, una buena tormenta que limpie todo. Pues bien, poner entre las matas unos recipientes con agua sobre la que flota una capa de aceite, es el mejor método para combatirlo: los pulgones van al aceite antes que a las hojas y allí, se ahogan.
También aprendí que para curar las heridas que se les hacen a los árboles por poda, o por cualquier otro motivo, nada mejor que el agua de hierro: tan sencillo como dejar objetos de hierro en agua. Luego, ese agua se rocía sobre las heridas, o bien se pasta con tierra y se expande ese barro sobre las heridas.
Una mañana bastante aprovechada, y vi como tenía los kiwis:
Pero lo que tenía espectacular eran las cerezas:
y esto es todo por esta semana...

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