Después de las tormentas

Siguen las tormentas, pero llueve muy poco; en esta ocasión, no me han hecho nada de daño, a diferencia de las anteriores, que llegaron acompañadas de mucho viento. Cuando llegué el sábado, antes de cambiarme incluso, fui a ver si habían problemas, pero afortunadamente, no hubo nada. Lo poco que ha llovido, lo han aprovechado muy bien las coles y las remolachas:

También lo han aprovechado las hierbas; en este otro sitio donde también he plantado las coles (tengo que confesar que no se cuales son las romanescu), no he tenido más remedio que limpiar el terreno para que se puedan ver

Las hierbas no las han dejado adelantar; por un lado, han ido "comiendose" los nutrientes que necesitan las planta, y por otro, y aunque eso también beneficia a todas, al conservar la humedad, permiten aguantar perfectamente a los caracoles, a los cuales les encantan estas hojas; así que estas, al estar rodeadas de hierbas, no están tan hermosas como las otras.

Pero si estas gotas han venido bien, es a las habas: están enormes y preciosas, solo dos semanas después de sembrarlas:

Y es que estas tormentas de estos días, indican que realmente se ha acabado ya el verano y estamos en otoño; debería ser ya el momento de retirar todo lo que es de verano, pero la verdad es que se resisten; por ejemplo, las tomateras ya están prácticamente secas, pero sin embargo, siguen aún produciendo:

Y si los tomates están así, los pimientos y las berenjenas, están sacando ahora una producción como no lo han hecho en todo el verano; además, los pimientos ahora están totalmente llenos de flor:

Así que ahora ya he empezado a arrancar las tomateras y continúo recogiendo las calabazas; este año tengo bastantes, y con variedad:

Y esto es lo que puedo contar por hoy; continúo limpiando zonas de hierbas (el huerting extremo), y ya empiezo a pensar en lo próximo que puedo plantar; seguramente poco, porque tengo que limpiar la parte de arriba; está muy reseca y pese a que ya vamos cara al invierno, me gustaría tenerlo más aseado.

Flores, de todos los colores

Ya la semana pasada escribía que no hay mucho que contar; si que hay mucho que hacer. Así que esta semana, poco podré escribir; estoy comenzando ya a recoger las calabazas:

Los cardos y las alcachofas, van haciéndose cada vez más grandes<<.

Sigo recogiendo algún que otro tomate, berenjenas y pimientos

Pero lo que más hago ahora es tarea de azada: ya he acabado de preparar los surcos para sembrar la segunda tanda de habas, y he limpiado un trozo de terreno contiguo a las oliveras; lo más seguro es que este invierno plante allí unas cuantas más. También llevo idea de plantar almendros, porque los que tengo están bastante "flojillos" y no tengo muy claro que duren mucho tiempo.

Así que para poder poner algo en este blog, me entretuve haciendo fotografías a las distintas flores de las plantas que tengo en producción:

ANFICOS 

BERENJENA

CALABAZA

GARROFON

JUDIAS

NISPEROS (aun no se han abierto)

PIMIENTOS ITALIANOS

PIMIENTO CUATRO CANTOS

TOMATE

Poco para contar

Estamos en una época en la que hay muy poco que contar, pocas imágenes llamativas para fotografiar y sin embargo, mucho trabajo.

De momento, las tomateras ya están comenzando a secarse; de momento ya han dejado de dar esos tomates de calidad que he disfrutado durante toda la temporada, aunque aún van saliendo algunos. Así que en breve, los arrancaré, y los tomates verdes, como todos los fines de campaña, a ponerlos en vinagre. 

Otras plantas que ya están secándose y de hecho, ya he empezado a recolectar son las calabazas. Como este año la climatología ha sido tan rara (fresquito en junio y ahora en septiembre calor asfixiante, y encima sin llover), algunas calabazas se han podrido en la mata, así   que antes que se estropeen del todo, las recogeré.

Llover, ha sido prácticamente nada este año, pero las dos, solo dos, tormentas que han caído este verano, han venido acompañadas de suficiente viento como para destrozar los soportes de caña que tenía tanto el garrofón, como los tomates, por lo que repito lo que decía al principio, mucho trabajo, y poco que contar o fotografiar.

En cualquier caso, y siempre buscando lo positivo, ya es momento de sembrar las habas de otoño, por lo que cogí la azada y empecé a preparar el terreno; primero cavar y airear la tierra:

En la parte inferior se puede apreciar como las matas de garrofón están todas por el suelo; y es que con el calor que está haciendo, que cuando menos te das cuenta estamos a 30 grados, hay que elegir que tareas haces con la fresca y cuales puedes intentar hacer cuando pega el Lorenzo.

Después de arada la tierra, tocaba hacer los surcos:

Esta vez si que me han quedado rectos; poco a poco voy aprendiendo a no pelearme con la línea recta; luego de hechos los surcos, preparar la goma para el riego, y a continuación sembrar las habas; en cada surco, a una distancia aproximada de unos 40 centímetros, dejo caer dos o tres habas. Finalmente, aunque tenía la goma preparada, el primer riego fue con manguera, para conseguir que estuviera toda la tierra húmeda y que hiciera "saó". 

En esta fotografía, se aprecia que ya he levantado las matas del garrofón; lo mío me costó, puesto que son unas matas que llegan casi a los dos metros, y además son enredaderas, con lo cual el lío de ramas y cañas era de los que asustan, pero finalmente lo conseguí.

Y eso es todo, mucho por hacer y poco para contar.

¿Conseguiré la Romanescu?

Los que seguís habitualmente este blog, sabéis ya de mi obsesión por la col romanescu. Esta obsesión, solamente se debe a que parece que tenga gafe: el primer año que lo intenté, se secaron todas inmediatamente; el segundo, compré semillas y las sembré directamente; las hormigas dieron buena cuenta de ellas. Al año siguiente las sembré en macetas y parecía que si que iba a funcionar, pero tampoco; cuando las trasplanté, todas fallaron. 

Este año, conocí a unos agricultores que las cultivan habitualmente todas las temporadas, y me indicaron donde podía comprar plantel de confianza; como que a pesar de tener que desplazarme, era a un sitio relativamente cercano, fuí allí y quedé impresionado por las instalaciones del vivero; unos invernaderos enormes, totalmente automatizados, donde tenían absolutamente todo lo de temporada preparado.

Además de facilitarme los plantones, estuve hablando con el empleado que  me atendió y que me dió varios consejos, entre ellos el más importante, que lo plantara al anochecer; si lo plantaba de cara al día, por mucho que lo regase, el calor es más que sofocante como para quemar todo lo que plantara.

Evidentemente, le hice caso y este es el aspecto que tiene una semana después:

Nunca las había visto así, ni siquiera las otras coles que había plantado en otras ocasiones; así que estoy ilusionado, creo que ahora si que las conseguiré.

No solo compré las romanescu, sino que también unas cuantas matas de alcachofas; en una semana, han crecido de forma espectacular:

Bueno, las que se ven en primer termino son las que tenía; el año pasado, en ningún momento llegaron a tener este aspecto. La ventaja de las plantas de alcachofa es que las pencas (las hojas), son ideales para cocinarlas en el cocido, en guisados, e incluso también hay quien las pone en vinagre y en conserva, y luego las flores son deliciosas. Vamos, que es una planta totalmente aprovechable.

Esta semana he recogido maíz para hacer palomitas; en realidad aún es muy pronto y no estaban en condiciones; menos mal que recogí muy pocas:

En cuanto a lo que estoy haciendo, es lo típico de estas fechas: "Huerting"; continuo limpiando de hierbas diversos trozos y además estoy preparando ya el terreno para la semana que viene (luna menguante), sembrar ya las habas.