domingo, 6 de diciembre de 2015

Haciendo balance

Es ahora, cuando ya he acabado de recoger las aceitunas cuando me da por hacer una especie de balance de como me ha ido el año, desde que acabé la recogida del año pasado.
Me gusta hacerlo, porque en caso contrario siempre me dejaría llevar por la impresión de lo último; es decir, como este año la cosecha de aceitunas ha sido muy buena, la impresión es de que me ha ido todo genial, pero no a sido así.
Ahora hace un año, ya tenía habas para recoger, pero (siempre tiene que haber un puñetero "pero") también tenía roedores que con mucha habilidad, dejaban la vaina vacía de contenido, así que hasta que apareció por medio un perro que me destrozó un par de matas pero los ahuyentó y finalmente pude coger bastantes. Sembré ajos y patatas, y si bien los ajos funcionaron perfectamente, ya que todavía tengo bastantes, las patatas salieron pocas y pequeñas. Descubrí que de los dos aguacates que había plantado solo quedaban dos varitas resecas, y que los nísperos habían cuajado tanto que no tenía más remedio que aclararlos, porque de lo contrario iba a romperse el árbol, y que algo similar me iba a suceder con los ciruelos.
Conseguí podar suficientemente los olivos y realmente ha funcionado, aunque sigo sin tenerlos totalmente como los necesito. Sin embargo, este año no podé los ciruelos ni el níspero.
Y con todo esto llegó la primavera y plantar y sembrar las hortalizas de verano, que este año han tenido un resultado de lo más dispar: los calabacines, un cero patatero, nada de nada, ni siquiera llegaron a notarse las plantas. Las calabazas, no funcionaron tampoco, aunque he llegado a coger una calabaza, no muy grande, pero al menos una. Los pepinos, parecía que no, pero finalmente conseguí unos cuantos. Los tomates, aunque sin pasarse, si que funcionaron, sobre todo los cherry que planté de modo experimental. 
Otro experimento que hice, fue el garrofón, que al principio parecía que iba a ir sobre ruedas, ya que las matas crecieron bastante, pero no dieron fruto de ninguna clase, aunque finalmente si que puede recolectar unos pocos.
Y la gran sorpresa fue el maíz; a poco de sembrarlo, ya vi que iba a funcionar; salieron todas las plantas y crecieron mucho; al final, un montón de mazorcas que van a convertirse en palomitas como las que ya he disfrutado. 
Y ahora, a comenzar un nuevo año; de momento, he empezado el ciclo con buen pie, ya que he sembrado remolachas, y ya han comenzado a salir:
No he comentado nada del limonero; el pobre ya se ha quemado por el frío tres veces, y las tres ha revivido; ahora tiene unos cuantos limones del tamaño de una moneda de 20 céntimos, pero al menos ilusionan, aunque lo mejor son los brotes de las hojas nuevas que están saliendo:

Empieza para mí el próximo ciclo, y lo empiezo con ilusión; el níspero, este año no presenta tanta flor como el año pasado, pero los "trabajadores" de la naturaleza, ya están haciendo su trabajo a tope de energía:
y así, con los colores del otoño en el granado, cerramos el ciclo pasado:


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