Ya estoy acabando de podar los árboles frutales y los olivos; no es que este año me esté costando más que otros, sino que este año estoy realmente podándolos todos, y no solo los que se me ocurren ese año. Es una tarea que, en mi ignorancia, desconocía la cantidad de beneficios que proporciona a los árboles y por lo tanto no la hacía.
La poda es una tarea imprescindible para los árboles, y permite que se renueven las ramas, que se circule el aire por entre ellas, y además permite darle una forma adecuada al árbol. El hecho de renovar las ramas, hace que se eliminen aquellas que están ya viejas o incluso comidas por los insectos. Esto ocurre con mucha frecuencia sobre todo en los ciruelos (o por lo menos me pasa a mi).
Este año he empezado con los olivos, dejándolos ya casi todos a una altura adecuada para no tener que forzar demasiado cuando recoja las aceitunas. Pero lo que ha hecho este año distinto ha sido los almendros, los pocos que me quedan ya, porque después de años de abandono estaban bastante mal, y los ciruelos. Algunos de ellos solo tenía que limpiar las ramas, pero otros, como el de la fotografía, tenían bastante más trabajo:
Como se puede ver, aparte de estar totalmente rodeado por las hierbas, tenía una gran cantidad de ramas entrecruzadas y lo que es peor, una cepa de vid había crecido alrededor del tronco y de las ramas, con lo que estaba ahogándolo. Una sesión de "peluquería" y se ha quedado flamante:
Este árbol, en muy poco tiempo va a presentar un aspecto precioso, con nuevas ramas que se van a llenar de dulces ciruelos, pero lo mejor es que van a crecer de forma ordenada, dejando espacio para que circule el aire entre ellas y puedan realizar mejor la fotosíntesis y su propia respiración, además de que las ramas nuevas van a crecer sanas, mientras elimino todas aquellas que están fofas y podridas por dentro, que habían muchas.
Y mientras yo voy podando los árboles, la naturaleza sigue haciendo su trabajo; así sucede por ejemplo con los ajos; había sembrado en principio unos cuantos pero luego creí que serían pocos, así que hará un par de semanas volví a sembrar unos cuantos más, y este es el aspecto que presentan:
También van creciendo, tanto hacia arriba como hacia abajo como debe ser, las zanahorias; de momento, solo se puede ver como crecen hacia arriba, aunque ya falta menos para que se puedan recoger:
Así que para finalizar el día, recogí unos cuantos cardos para disfrutar comiéndolos
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