Se acaba el verano

Bueno, pues ya va teminando el veranito; eso se va notando en que las maas ya están agotándose y que y prácticamente no quedan tomates ni otras de las verduras de verano; si tengo que valorar como ha sido este año, no tengo más remedio que decir que muy bueno. Comencé con los rabanitos, y luego me hinché con los ciruelos; tomates, lechugas, pimientos y berengenas. Para rematarlo, creía que no, pero a lo tonto a lo tonto, el pasado sábado recogí un capazo de almendras. La lástima es que las matas de tomatera están ya pochas, la hermosa calabacera que dominaba todo el terreno está ya casi sin hojas. Pero, eso es la naturaleza: ciclos. Ahora corresponde al ciclo del otoño y en él, ya están madurando las granadas, continúan los pimientos y las berengenas, y ya tengo plantados dos surquitos de habas, de la variedad reina mora. Estas habas, cuando están totalmente granadas tienen un color violeta azulado precioso. Por cierto, las matas de berengenas estaban preciosas; unas hojas enormes y en gran cantidad, pero no tenían fruto; me explicaron un truco: rociar las hojas, como si las regara con una regadera; lo hice y el resultado fue increible; una barbaridad de florecitas salieron en muy poco tiempo, y ahora ya tengo varias pequeñas. Hablando de trucos, el otro día, en la tele, vi uno muy curioso también: donde molesten las avispas... CEBOLLAS (como los ajos para los vampiros); es un truco que no he verificado, pero me lo creo. También están empezando a colorear ya las aceitunas; en fin, lo bueno de que se acabe el verano es que empieza el otoño; un nuevo ciclo.