domingo, 10 de agosto de 2014

Calor y hierbas

Si, el título que he puesto hoy, parece que sea una tontería, pero no lo es; es todo lo que hice el sábado en el huerto. Tras varias semanas con el tiempo acotado, y sin poder dedicar todo el que necesitaba, por fin pude disfrutar de una jornada completa. Empecé muy bien, finalizando de forma (espero) definitiva con todos los problemas que comentaba la semana pasada, es decir, arreglé el temporizador, con lo cual ya vuelvo a despreocuparme del riego, y volví a levantar las estructuras de caña tanto del garrofón, como las del tomate, aunque estas me costaron bastante más, ya que se habían roto algunas y había que reemplazarlas. Pero lo hice.
Después de los arreglos, tocaba limpiar hierbas; y eso hice; empecé a limpiar terreno, comenzando por donde estaba la rúcula y la hierbabuena; si he decir la verdad, me costó hacer un esfuerzo de memoria antes, porque no se veía nada; sin embargo, al finalizar el trozo, se veía muy bien la hierbabuena:
Aunque en esta imagen se aprecia mucho mejor la limpieza realizada; aquí también se ve el macizo de la rúcula; está totalmente espigada y espero que se expanda la semilla; me gustaría que el año que viene estuviera bastante extendida. Es un cultivo que me gusta y que pienso complementar con otras hierbas de este estilo.
Y claro, limpiando me encontré con una sandía muy pequeña, pero que la mata estaba ya muerta; las hierbas lo que hacen es alimentarse no solo de los nutrientes que podrían servir a las plantas, sino que se alimentan también de las mismas plantas; de hecho, los pepinos ya hay desaparecido prácticamente. Eso sí, pequeña, pero no veas que sabrosa. Me he guardado la simiente para el año que viene.
Y claro, a media mañana, calooooooor, mucho caloooor; no se podía ya hacer nada, así que me dediqué a otras tareas más suaves, como recolectar y hacer las fotografías; pude ver las granadas, que ya casi están buenas para coger:
y también que la higuerita bonsai que intento convertir en un árbol normal y grande, lleva muy buena marcha, con muchas ramas:
Las calabazas van creciendo; este año he plantado de varias clases, entre ellas, las que en mi tierra se conocen como "de violín"; está un poco picada por la pedregada que cayó el otro día, pero a pesar de ello tiene muy buen aspecto:
Además de esta, la semana que viene pondré fotografías de todas las variedades que tengo plantadas.

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