domingo, 4 de marzo de 2012

La primavera es esperanza

La primavera, es la estación que nos hace de entrada más optimistas; comienzan a alargar más los días, hay cada vez mas luz del sol, y comienza poco a poco a mitigar el frío más o menos intenso que hemos tenido estos días. En el campo, lo primero que nos hace ver que va a empezar el buen tiempo es la floración de los árboles frutales, empezando por los almendros. En la fotografía que empieza esta anotación semanal, aparecen las flores de uno de mis albaricoqueros; en apariencia, son solo eso, unas flores; además muy pocas, pero para mí han significado mucho; los que seguís este blog, os habréis aburrido de leer que me he pasado el invierno tratando de deshacerme de un enorme zarzal; pues bien, he aquí los frutos de este trabajo: de los dos albaricoqueros que habían dentro del dichoso zarzal, uno de ellos, ha sacado ya flores; estos albaricoqueros, que han sufrido un incendio, que llevaban más de veinte años sin que nadie se preocupara por ellos, y de esos años, muchos han estado totalmente cubiertos por el zarzal, ¡Y ahora están floreciendo!
Es para estar realmente satisfecho; en realidad, no se si este año llegaré a probar los albaricoques de estos árboles, pero al menos, si que veo que siguen vivos a pesar de todo lo que han sufrido. El desarrollo de sus ramas, me va a permitir una poda bastante aseada, eliminando lo que realmente es madera pura y dura, dejando solo lo que realmente serán ramas. Pero poco a poco; si hay algo que no le sienta bien a la naturaleza son las prisas.
Ahora, ya se va acercando el momento de empezar lo que realmente es un trabajo más agradable, básicamente por la recompensa de una cosecha relativamente temprana; de momento, ya he sembrado los "rabanitos", que llevo ya varias temporadas disfrutándolos. También he sembrado "pensamientos"; sí, las florecitas esas; suelo seguir el programa de canal 9 "De Temporada", y la semana pasada sacaron un reportaje y dijeron que eran muy buenas para comer en ensalada; ya os diré.

Y tambien, aprovechando que es ahora el mejor momento, (creo, pero a veces haga cada "empastrá"), he trasplantado unas cuantas de las oliveras que me están apareciendo dentro del enorme herbazal que era el huerto; arrancarlas de donde están, haciendo un buen agujero, y llevandolas a un mejor emplazamiento. Supongo que lo habré hecho bien; el tiempo me lo indicará; como todo en la naturaleza, y en la vida, el tiempo lo deja todo en su lugar.


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