domingo, 2 de abril de 2017

Trabajo de preparación

Toca ir preparando el terreno para las hortalizas de verano; este año, inocente de mí, creía que lo tendría más sencillo, porque hace un mes, apenas había hierba, y me lo veía hecho, pero las cosas muchas veces no son tan fáciles, así que la lluvia y el buen tiempo a continuación, hizo que creciera de forma  realmente espectacular, hasta el extremo de tapar todo lo que tenía plantado. De momento, he conseguido por fin que se vieran las patatas y las habas y ahora ya empiezo a preparar el terreno para poder plantar lo típico de estas fechas (tomates, pepinos y pimientos), aunque para ello, primero he tenido que limpiar esta franja de terreno que delimita uno de los dos trozos que he plantado este año de habas:
Como se puede apreciar, en los trozos que no he limpiado aún, el herbazal es impresionante; el hecho de limpiar este trozo primero es porque ahí hay varios árboles pequeños, como un nogal, un níspero, dos higueras y un ciruelo; una vez limpio este trozo, los árboles ya tienen más espacio para ir creciendo.
Aunque el ciruelo que finaliza la franja, está espectacular:
Los ajos, este año parece que no se han llenado mucho de hierbas, y eso se está notando mucho, tanto en su aspecto en tierra, como los que se recogen:
 
Otras tareas que ya he tenido que  hacer ha sido aclarar los nísperos, que ya empiezan a estar de buen tamaño, y no tardarán nada en colorear:
Pero faltaba la sorpresa agradable que me dieron las alcachofas: ya tengo algunas casi buenas para coger:
Es decir, que las alcachofas, junto con los ajetes y las habas, que ya están empezando a producir, tengo unos cuantos caprichitos culinarios previstos.

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