domingo, 2 de julio de 2017

Recogiendo las cosechas

Ya puede decirse que estoy empezando a recoger con normalidad los frutos de las hortalizas de verano; no hay mucha cantidad todavía, pero si que hay variedad: judías, tanto redondas como planas, pepinos, calabacines, tomates de pera, valencianos, pimientos, y aunque no salen en las fotografías, alguna que otra fresita;
Ya pueden observarse como van madurando los tomates; hay bastante cantidad pero les cuesta mucho madurar.
Tampoco están cogiendo mucho tamaño, pero he estado comentando el tema con algunos amigos con las mismas aficiones, y a todos les está sucediendo lo mismo, es decir, que les cuesta mucho que maduren y no cogen tamaño. Otra planta que tampoco crece mucho, aunque no me atrevo a decir que sea problemático es la albahaca; el año pasado a estas alturas tenían un aspecto fenomenal pero este año son como una bola grande, sin llegar a crecer tampoco gran cosa:
Las berenjenas ya van tomando forma, aunque las plantas son muy pequeñas.

Uno de los problemas que creo que he tenido este año ha sido el cambio de ubicación. Tengo tres parcelitas, y cada una de ellas tiene un tipo de suelo diferente; la del medio, que es la que habitualmente utilizaba para plantar estas hortalizas, es de color rojizo, con poca dureza, y que cuando coge humedad, le cuesta perderla. Otra parcela, que es donde este año tenía las patatas y las habas, y donde ahora tengo plantadas cebollas, maíz y cuatro matas de calabacín, es un suelo de color blanco grisáceo, y muy suelto; de hecho, ese es el principal motivo para sembrar allí las patatas y otras plantas de raíces. La tercera, que es donde he plantado este año prácticamente todo, es un terreno de un color un tanto amarillento, muy duro y la humedad apenas se conserva. Seguramente ese es un detalle que habré de tener en cuenta para poder plantar todo correctamente; antes, este trozo lo utilizaba para plantar las habas en un lado y los ajos en el otro; este año, cambié la ubicación de estos dos cultivos, dejando el centro para el resto de hortalizas; las habas funcionaron tan bien como las que había plantado en la otra parcela, pero en cambio los ajos este año han sido un auténtico desastre, ya que han salido pocos, pequeños y encima agusanados. Y lo peor fue lo que duro que tuve que cavar para poder arrancarlos, cuando en otras ocasiones había podido sacarlos simplemente tirando de la planta.
En cuanto a las tareas que estoy haciendo, ya estamos en la época de la poda veraniega de los olivos; no se trata de una poda tan dura como la de invierno, en la que tengo que cortar mucha madera, mientras que ahora solo se trata de quitar los "chupones", que son esas varas que salen en sitios indebidos y que quitan fuerza a las ramas con olivos.
Además, estoy aprovechando para limpiar también el terreno y los márgenes del huerto para que cuando llegue el momento de recoger las aceitunas no tenga los problemas que he tenido otros años;

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