domingo, 9 de septiembre de 2012

Cosas del huerto

La semana pasada finalicé mi entrada semanal con una fotografía de unas "sorollas" que me había regalado Miguel; esta semana, quiero empezar la entrada con una fotografía de dicho árbol:
Es una fruta pequeña, con poca carne y unas semillas sejemantes a las del níspero, pero mucho más duras, con un sabor realmente fino y exquisito. He ido con él esta mañana a su huerto y hemos recogido higos, uva y unas cuantas sorollas más. Y es que cuando llegan estas fechas es cuando más disfruto de las frutas. En nada tendremos a punto también las granadas y ya, todo perfecto, a mi gusto.
En cuanto a mi huerto, ayer hice tal cual todo lo previsto y conforme lo escribí en mi entrada anterior, es decir, arreglé todo lo del riego, sembré cuatro surcos de habas y recogí las almendras; aunque habían pocas (solo dos árboles con frutos), recogí unos 30 o 35 kilos, que no esta nada mal. Como siempre hago, pasé revista a lo que tengo: los calabacines, todavía tienen fuerzas para sacar al menos flores:
Los tomates "Negro de Crimea", siguen dando sus frutos:
Y las cebollas y las lechugas, a su marcha...
Cuando llegué, las calabazas del peregrino al amanecer estaban con todas las flores abiertas:
Lo que también "adiviné" fue lo de los pirotécnicos; este año, con la novedad de que pusieron una especie de jaula de protección, pero como siempre con la misma mala costumbre, la de atar la mascletá a mis oliveras:

También estuve luego el mismo sábado por la tarde paseando al perro, pasé junto a un huerto que tenía unas matas de boniato preciosas; como no, y como estaba allí el dueño, me puse a hablar con él; me dijo algo que no sabía: para que salgan los boniatos, hay que impedir que la planta enraíce; para ello hay que levantar las matas de cuando en cuando. Esto es lo que produce que saque el tubérculo. Vi que tenía unas matas de judías que casi medían tres metros; iba a felicitarlo, pero me dijo que las iba a arrancar, puesto que ni siquiera le habían hecho flor. 
Hablando con él, (y enlazando con el comentario que me puso Anna la semana pasada), nos pusimos a hablar de que efectivamente, en ocasiones los melones y las sandías no sacaban tamaño decente; según él, el problema son las matas; me contó que plantó unas que le sacaban también los melones muy pequeños; pero que las compró de otro proveedor, que eran injertadas de calabaza, y que el más pequeño que le hizo pesó cinco kilos. No se, pero yo sigo pensando que el problema que tenemos algunos, con el tamaño, y otros problemas en otras plantas, no es otra cosa que el excesivo calor y la ausencia de agua de lluvia que hemos tenido este año. Yo soy de los que creen que por mucho que reguemos, la verdadera hidratación de la planta es la que recoge cuando llueve; pero eso se tendría que demostrar.

1 comentario:

  1. Probaré cambiar las semiilas de las sandias la próxima primavera, aunque me da q el calor tiene también algo q ver.Gracias.

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