domingo, 2 de junio de 2013

Acabando la primavera

Cuando se está acabando la primavera es cuando se ve el campo en todo su esplendor. Es ahora el momento en el que se empiezan ya a recoger los frutos; los frutales de verano ya están madurando, e incluso algunos ya hace algo de tiempo, como los nísperos; ahora ya empiezan a verse maduros los ciruelos, como estos de la variedad "San José". Estos tienen una piel de un color rojo oscuro, casi negro, mientras que su interior es de color amarillo; tienen una carne bastante dura, semejante a la de los melocotones en cuanto a su textura, pero un sabor muy característico, ligeramente ácido y muy dulce cuando están en su momento óptimo de madurez.
Los otros ciruelos que tengo son de la variedad de fresa; de ellos, ya hablaré más adelante. De momento, ahora están empezando a "pintar", es decir del verde oscuro han pasado a un verde muy claro, casi blanco, y luego se empezarán a enrojecer.
Creo que ya he dicho en alguna ocasión que planté fresas; pues bien, ahora tengo una sensación un poco rara, al menos por el momento. Hay varias fresas ya casi a punto:

La alegría que me produce, me la fastidia un poco el hecho de que la semana que viene o se habrán pasado o tal vez algún bichejo se las zampe. Pero en fin, es lo que hay, y la pega de solo poder ir una vez a la semana. Yo  creía que sería más complejo, pero al fin y al cabo, las fresas se cultivan como cualquier otra planta. Mi amigo Miguel, las cultiva en casa, en macetas, y él ya ha comido algunas.
También están ya comenzando a mostrar sus frutos los tomates.Las matas, a pesar de que van creciendo a buen ritmo, todavía son muy pequeñas, pero eso no es obstáculo para que ya vayan dando frutos:
Hace algo de tiempo me quejaba de que las hierbas me lo estaban fastidiando todo, pero ya comenté la semana pasada que con un sencillo cambio de mentalidad, me iba a ir bien; de hecho empecé a limpiar y ahora se puede apreciar perfectamente los tomates:
Pero no solo los tomates. Al limpiar esto, han podido volver a ver la luz del sol los árboles que planté este invierno, y que los pobrecitos estaban totalmente asfixiados: la higuerita que era un bonsai, y el níspero, que junto con el nogal que ya os enseñé la semana pasada, son los que ocupan esa tira de terreno que ahora se ve tan limpia:
Y no quisiera acabar este texto semanal sin poner estas fotografías de flores de granado que le dije a Sole (una seguidora de este blog desde sus principios, y que no me lo comenta por aqui, sino por el facebook); cierto que le dije que le pondría buenas fotografías, pero, conforme están ahora, si me espero otra semana, no podré poner ninguna.

A mi me encantan; tal vez por el contraste tan fuerte del color rojo de la flor, con el amarillo de sus estambres y con el verde oscuro de las hojas. 

1 comentario:

  1. Me alegra mucho ver que la higuera bonsai se ha habituado tan bien a su nuevo hogar. Con un poco de suerte este verano tendras unos minihigos buenisimos. un saludo. MCarmen

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