domingo, 3 de julio de 2016

Y por fin, lluvió

Si, lluvió. Una breve, pero intensa tormenta que duró muy poco tiempo, dejando caer mucha agua, 30 litros según la televisión. Fue el jueves por la tarde, pero el sábado por la mañana todavía estaba empapado el suelo; una lluvia de las que hacen "saó". Esto lo agraderán todos los árboles y las plantas, pero las que han reaccionado de forma casi inmediata han sido las tomateras, que han pegado un estirón notable:
De hecho, alguna la he tenido que atar a la caña unos 30 centímetros más desde la semana pasada. Así que ahora, la zona "principal" de mi huerto tiene un aspecto muy bonito, ya que la mayoría del verde es de las plantas, y no de las hierbas:
Y es que este año, estoy consiguiendo mantener a raya las hierbas, como puede apreciarse en la zona donde tengo plantados los boniatos o el maíz:

Es bastante costoso, ya que en esta zona la grama vive a sus anchas, además de "canyota", que es una especie de caña corta que crece con gran densidad y se expande también muy rápidamente; he arrancado toda la raíz que he podido, y en principio ya no se ve, pero ahora con el agua que han recibido, veremos que sucede.
Aunque no creo que haya tenido nada que ver la lluvia con estos atrevido espárragos de Julio:
Muy chulos, creciendo como si fueran los dueños del terreno. No habían muchos, pero si los suficientes para alegrar una tortillita.
Y ya empiezan a estar a punto los frutos para la recolección, como estos tomates
o esta berenjena, que ya empieza a tener tamaño; en un par de días estará buena para recogerla, por lo que espero que los "ratones de dos patas" me la dejen.
Lo que me preocupa son los limones, ya que no crecen; no parecen estropeados, pero tampoco adelantan, y eso que están floreciendo perfectamente:

Y ya para finalizar esta semana, contar que he conseguido nuevamente que broten los aguacates; puse unos cuantos a remojo de la misma manera que expliqué en otro escrito anterior, y algunos empiezan ya a estar listos.

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