Pues no me doy por vencido

Pues va a ser que no, que no me doy por vencido; no se si serán casualidades de la vida, o que, pero revisando las estadísticas de la página, he visto que uno de los escritos más visitados esta semana ha sido uno de que hablaba de "col romanescu". El año pasado me regalaron unos plantones de dicha hortaliza, pero cuando las planté se me las comieron los caracoles.

Este año, mientras paseaba por los estantes de un centro comercial, vi semillas de col romanescu, y por supuesto compré un sobrecito; cogí unas cuantas, y las sembré en unos semilleros un tanto "caseros": 

Contento por como iban, pero desconfiando, sembré unas cuantas en el huerto; las que sembré en el huerto no llegaron a salir; descubrí que allí cerca hay un hormiguero, y todo apunta a que se las zamparon las hormigas. Sin embargo, estas de casa tampoco me acababa de gustar como salían ya que lo que tendría que ser un tallo era como un hilo; antes que se estropeasen del todo, la semana pasada las trasplanté, pero ayer cuando fuí a verlas, no había cuajado ninguna. Bueno, pues nada, cuando pueda, compraré matitas de algún viverista. Pero no solo las romanescu me han fallado; también hace un mes planté unas cuantas lechugas de varias clases, y en un par de días, se secaron totalmente por la calor; así, que he vuelto a intentarlo, pero ahora lo primero que he hecho ha sido proporcionarle agua y en abundancia:

Espero que ahora si que salgan bien; también sembré "garrofón" y un par de variedades de judías, y en plan "a ver que sale", planté "calabazas del peregrino"; espero que algo vaya adelante; aunque no todo lo tengo tan pesimista como he empezado el artículo de hoy; no hay mas que ver las matas de sandía como se están haciendo, a pesar de que ni preparé el terreno, ni nada

También todo lo demás está realmente precioso, como las calabazas: 

las tomateras, 

los calabacines,

Pero, lo que me sabe mal son los ciruelos; ya no doy abasto, y mirad como están aún los árboles: 

Así, que cuando me cansé de hacer cosas por mi huerto, recogí algunos tomates, pimientos, calabacines, y ciruelos, y a casa, a refrescarme, que estamos en julio, y el sol pica mucho.