martes, 31 de diciembre de 2013

Fin de año 2013

Esta va a ser la última entrada del blog para este año 2013; un año, que como siempre, ha tenido cosas buenas, y cosas malas; aquí solo hablo del huerto y como mucho de temas de agricultura en general. En la parte negativa, la ausencia de un otoño lluvioso, que ha impedido que pueda ir como suelo hacer, a buscar setas, y también esa ausencia de otoño ha provocado que se pasara directamente desde un calor seco a un invierno que aunque comenzó nevando, y parecía que al menos iba a ser húmedo, continúa sin llover lo que se necesita, al menos en la zona geográfica en la que estoy, en Valencia. Sin embargo, soy consciente de los desastres provocados por las lluvias en otras zonas.
En la parte negativa no me gusta ahondar; lo que no me alegra, no me suele gustar, así que pasando a la positiva, este año estoy especialmente orgulloso de los tomates; ha sido una cosecha estupenda, tanto en calidad como en cantidad; también ha sido muy buena la cosecha de fruta veraniega, los ciruelos y los nísperos; como se nota que este año me he tomado la molestia de aclararlos y aparte de dulces y sabrosos, este año he conseguido un tamaño decente. Tampoco puedo quejarme de las almendras, que he conseguido muchas más de las previstas.
Pero ya está bien de hacer balances. Eso, a fin de cuentas, ya no se vuelve a repetir. La naturaleza, siempre, siempre, pase lo que pase, va hacia adelante. Y eso es lo que pienso hacer, tanto en la huerta como en otras actividades. Al fin y al cabo, lo pasado ya pasó y no volverá. Hay que mirar hacia adelante, y pensar que voy a conseguir todo lo previsto.
De momento, tengo ya las habas bastante creciditas, y supongo que las que sembré la semana pasada, saldrán ya muy pronto. La naturaleza, siempre marca las reglas; cuando sembré los ajos la semana pasada, vi que de la cosecha del pasado año, se quedó una cabeza por recoger, y, con un puntualidad extraordinaria, como si las hubiera sembrado adrede, ya habían germinado algunos:
Ahora, ya empiezo a preparar el terreno para otras cosas, que ya iré contando. Pero la naturaleza, está siempre presente, incluso en plena ciudad: estos naranjos de adorno en Valencia, dan constancia de ello:
Ahora, dan color a estos días medio grises y feos del invierno, pero en un par de meses, cuando llegue la primavera, se llenan de flor de azahar y es una auténtica delicia pasear bajo ellos.
Además, esta nochebuena, a sabiendas de lo que me gusta, me regalaron esta macetita con una planta de piña; genial. Llevo ya varios intentos fracasados de conseguirla, así que de momento la tengo en el balcón, porque ahora en enero vienen las heladas y me da un poco de miedo, pero en cuanto pueda, a plantarla en el sitio.
Vaya rollo que me he gastado hoy, cuando en realidad solo debería haber puesto:
FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO

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